NO CONDENES
NI ARREMETAS CON EL QUE SE EQUIVOCO;
ENCIENDE CON EL EJEMPLO
UNA LUCECITA EN SU CAMINO.
LA MEJOR AYUDA QUE PODEMOS
DAR A LOS DEMAS ES MANTENER ENCENDIDA
NUESTRA LUZ.
COMPARTE LOS BIENES QUE DIOS TE DIO,
CON ACTITUDES DE AMOR
Y PALABRAS DE CARINO.